jueves, 29 de septiembre de 2011

Ejecutado en Florida el cubano nieto de un asturiano

Manuel Valle, preso cubano, nieto de asturiano, ha sido ejecutado en Florida. Valle, de 61 años, permaneció en el corredor de la muerte 33 años tras ser condenado por matar a un policía en 1978 y se ha convertido en el primer preso en ser ejecutado bajo el mandato del gobernador republicano Rick Scott, que entró en el cargo en enero de 2011.

El Gobierno español emprendió diversas gestiones "de carácter humanitario" ante las autoridades del estado de Florida encaminadas a pedir que no se aplicara la pena capital a Valle. Además, España suscribió, junto al resto de Estados miembros de la Unión Europea, otra carta dirigida al gobernador remitida por el representante comunitario en Washington y que también pedía que se frenase la ejecución.

lunes, 26 de septiembre de 2011

FALLECE AHOGADO UN VECINO DE GIJÓN


Un hombre de 74 años, natural de Gijón, falleció el día 24 de septiembre, en la playa de San Lorenzo de la Escalerona.
En el rescate, en el que participaron un total de nueve efectivos, estaban dos personas en difilcultades. La primera estaba a unos 50 metro de la arena, en buen estado,  pero que informa que la otra persona fue arrastrada por la corriente.
Tras ser localizado se intenta, sin éxito, reamirlo, dando los servicios de salvamento por fallecido al accidentado.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Fallece un trabajador de la fábrica de armas de Trubia en accidente laboral

José Ángel Alonso Lana, de 53 años, trabajador de la fábrica de armas de Trubia, falleció en accidente laboral al volcar la carretilla que transportaba, lo que le prodijo un fuerte traumatismo torácico-abdominal, sin que los servicios médicos pudieran hacer nada por salvarle la vida.


El suceso conmocionó a todos sus compañeros, que recordaban que Alonso había entrado a trabajar como aprendiz a los 18 años y en la actualidad pertenecía al departamento de Medio Ambiente. Entre sus labores se encontraba la recogida y transporte de residuos.

El sindicato Comisiones Obreras ya ha reclamado una investigación para esclarecer las causas del accidente y establecer las responsabilidades que se pudieran derivar. Según manifestaron los portavoces de este sindicato
Los más de 300 empleados de la fábrica de armas de Trubia, propiedad de la multinacional General Dynamics, pararon el día del accidente en señal de duelo, y no reanudaros la actividad hasta despúes de su entierro, que tuvo lugar el pasado día 16 de septiembre.
«las condiciones están empeorando por la situación de crisis económica, ahorrándose muchas empresas las medidas necesarias de protección, lo que implica un aumento del riesgo».

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Desaparición del taxista asturiano

La intriga sobre la muerte del taxista asturiano Javier Fernández Díaz continúa, pese a que la Policía de Oviedo y la Guardia Civil de Lugo dan por cerrado el caso. El cadáver del hombre, de 37 años, apareció el viernes momificado en el maletero de su coche en Vilalba y la autopsia no reveló signos de violencia en el cuerpo, lo que precipitó el archivo de la causa a las pocas horas del hallazgo, algo que incluso contribuye a arrojar más misterio sobre el óbito del asturiano. ¿Por qué se marchó de casa? ¿Lo perseguía alguien? ¿A qué se dedicaba? ¿Por qué dormía en el maletero para que no lo vieran? ¿Por qué se conocieron los resultados de la autopsia en pocas horas cuando otras veces tardan días? Posiblemente son preguntas sin respuestas ya al estar el caso policialmente zanjado.

Javier Fernández en realidad nunca desapareció, como creyeron sus familiares y sus compañeros de gremio en los primeros días de ausencia, cuando convocaron manifestaciones en Oviedo para pedir que se intensificara la investigación y para apoyar a sus padres, su hermano y su novia. Nunca desapareció porque, a los pocos días, la Policía de Oviedo lo localizó en Burela.

Esta «prueba de vida» fue comunicada a la familia, que dejó de buscarlo. Pero seguían sin saber el motivo de su marcha, por eso no retiraron la denuncia. No trabajaba en nada, vivía de las pequeñas cantidades de dinero que sacaba de su cuenta -según se comprobó tras la muerte-, en la que aún le quedaba dinero suficiente para ir tirando una temporada, ya que solamente gastaba dinero en comer.

Inusuales carreras

Los días previos a la marcha de Javier Fernández no permitieron establecer ningún tipo de hipótesis. Tras regresar de unas breves vacaciones en Canarias junto a su pareja, un día antes de la última jornada en la que se le vio al volante del taxi por última vez -el 6 de octubre de 2010-, había viajado hasta Madrid para ver en el Santiago Bernabeu el partido entre el Real Madrid y el Milán. Javier Fernández, madridista y perteneciente a una peña merengue en Oviedo, acostumbraba a desplazarse hasta la capital para ver estos enfrentamientos. Volvió algo cansado.

Al día siguiente, según relataba hace un año el periódico asturiano La Nueva España, su turno de trabajo tuvo una cadencia de servicios impropia de un miércoles por la tarde. En apenas cuatro horas, entre las ocho de la tarde y las doce de la noche, momento en que aparcó el vehículo con el que trabajaba -era asalariado, no era el dueño de la licencia-, Javier Fernández hizo hasta cuatro carreras de largo recorrido. Según fuentes próximas a la investigación, el taxi que conducía Javier viajó a Gijón, al aeropuerto y hasta dos o tres veces se desplazó a las Cuencas, a la zona de Blimea. No eran, desde luego, carreras habituales. Una larga un miércoles por la tarde ya sería excepcional. Cuatro, algo muy raro.

Además, también según señalaban fuentes próximas al caso a la prensa asturiana, Javier Fernández, muy metódico en su jornada laboral, habría hecho ese día una modificación significativa en sus costumbres al volante del taxi. Acostumbraba a anotar sus servicios solo con el kilometraje y el recibo. Esa tarde, Javier Fernández no se limitó a anotar los kilómetros. Anotó también los destinos de los viajes. Algo que nunca hacía. También llamó a su novia desde el móvil y le dijo, muy contento, que estaba teniendo una jornada «muy buena», cuando nunca llamaba por teléfono ni a su compañera ni a sus padres en horario laboral.

Con dinero

Después de todos esos servicios, Javier Fernández Díaz regresó con el taxi a Oviedo y lo depositó en la plaza de garaje donde lo aparcaba todos los días, en la calle Río Caudal, en el barrio de Ventanielles. Cogió la recaudación y se subió a su vehículo particular, el mismo Seat Toledo en el que apareció muerto. La Policía Nacional registró todas las cámaras de tráfico de Oviedo, donde al parecer los agentes hallaron el rastro que los llevó a Burela,

Javier empezó así una nueva vida de la que poco o nada se sabe, salvó que apenas le duró unos meses. Según la autopsia, la muerte se habría producido hacia febrero o marzo, en meses de invierno, lo que no hace descartable que la causa fuera el frío. ¿Qué hizo entre noviembre y febrero? Nadie lo sabe, porque con nadie habló de ello, o al menos no consta ningún testimonio en la causa en este sentido.

Para las fuerzas del orden, Javier Fernández se había marchado por voluntad propia, aunque ni su familia ni los compañeros de gremio, que lo conocían y alababan su bonhomía, se creyeron nunca esta teoría. Y mucho menos ahora, cuando les dicen que dormía en un maletero por voluntad propia. «Algo le tuvo que dar a la cabeza», dicen fuentes cercanas a la familia, que el domingo organizó en Oviedo una íntima celebración religiosa en memoria del joven previa a su incineración.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Fallece mientras reparaba un tejado en Avilés

Un trabajador de 37 años y vecino de Gijón, Celestino Menéndez Morgado, perdió ayer la vida al caer de un tejado de un taller del área industrial de la ría. El operario se precipitó desde una altura de entre diez y quince metros al ceder la uralita, según recoge el atestado policial. El fallecido trabajaba para una contrata ovetense especializada en reparaciones de tejados que desde hace unos quince días se encontraba a cargo de las reparaciones de la nave donde se produjo el siniestro, un taller ubicado a la altura del número 65 de la Avenida Conde de Guadalhorce. Consulta las esquelas de Avilés para enviar un mensaje de condolencia / pésame a la familia.

Celestino Menéndez Morgado es el décimo cuarto trabajador que pierde la vida en accidente laboral en lo que va de año en Asturias. Según el Informe de Siniestralidad Laboral del Instituto Asturiano de Riesgos Laborales, entre el 1 de enero y el 31 de julio doce personas fallecieron en el Principado en accidentes laborales. A esta lista negra se suma Roberto Muslera Barredo, que murió el pasado 26 de agosto en Villaviciosa cuando cortaba madera en un monte.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Un hombre mata a una vecina con una fesoria en Cabrales por un conflicto de lindes


María Teresa Inguanzo, una vecina de 75 años de la localidad cabraliega de Inguanzo, falleció ayer tras haber sido golpeada en la cabeza con una fesoria por un vecino. ¿Los motivos? La propia Guardia Civil apunta a una discusión entre ambos por temas relacionados con lindes de fincas y viviendas, y los vecinos, aunque sorprendidos por el desenlace, reconocen que no les pilla del todo por sorpresa. El tema de conversación en el concejo era a lo largo de la tarde de ayer el homicidio que se había cometido en este pequeño pueblo de apenas 115 habitantes, a pocos kilómetros de Carreña, la capital del concejo. Un lugar donde nunca había pasado nada similar.

Todo parece indicar que el agresor entró a la casa de la víctima a través del tejado, rompiendo una ventana de techo. Sólo él sabe ya lo que sucedió en el interior de la vivienda, donde la mujer, viuda y con dos hijos, vivía sola. Pero el propio agresor fue el que contó en el cuartel de la Guardia Civil lo que había sucedido. Fue hacia las tres de la tarde cuando golpeó a su vecina en la cabeza con una azada, dejándola malherida. Después, acudió al cuartel de la Guardia Civil para informar de lo sucedido, y quedó detenido, como presunto autor de un delito de homicidio. Cuando las asistencias sanitarias llegaron a la casa, la mujer seguía viva. Fue trasladada en ambulancia hasta Carreña. Un helicóptero aterrizó en el campo de fútbol de la localidad para trasladarla hasta el Hospital Central de Asturias, pero allí nada pudieron hacer por salvarla. La víctima de la agresión falleció a las siete y cuarto de la tarde, a causa de las graves lesiones que le habían provocado. Mientras, la Guardia Civil tomaba huellas en el interior de la vivienda y sacaba fotografías, dejando después precintado el acceso a la misma.

Los vecinos comentaban ayer tras el suceso que, «sin ser conflictivos, los dos implicados en el suceso tenían algún problema desde hace tiempo». Pero la incredulidad estaba presente en todos ellos por el sangriento final que había tenido dicho enfrentamiento. Sobre el presunto homicida, dicen que «era algo solitario, pero nada hacía indicar que una tarde fuese a acabar con la vida de su vecina».